Rehabilitado en la década de 1980, el de Agarre es el único hórreo del siglo XVI que se conserva en Gipuzkoa.
Construido en madera de roble, perfectamente machihembrada, sin clavos, la superficie de su tejado es de 100 metros cuadrados, el doble de su interior. con unos grandes aleros imprescindibles para hacer frente a la humedad.
Por dentro, dos pequeños silos y un piso principal. Este último consta de tres partes: dos secaderos laterales y una nave central, como protección contra los roedores, en la que encontramos un gran arcón.
Construido en madera de castaño, a la vista de su tamaño se puede deducir que dicho arcón fue construido en el interior del hórreo, ya que sería imposible meterlo por la puerta.
En él se almacenaban por separado el trigo y el maíz.
Debido al pésimo estado de conservación de las pilastras y los soportes del edificio, para su restauración se recuperaron partes de otro antiguo hórreo perteneciente al caserío Etxeberri Urruti del barrio de Ubera.
Destaca también el caserío Agarre, donde dicen que nació San Martin Agirre, con un magnífico soportal. En su fachada se puede ver el escudo de armas de la familia Agirre, el mismo que lucía en una época la casa Toki Eder del Espolón de Bergara.
Foto de portada / Autor: Pedro Mari Arregi Tarragona