Parroquia de San Pedro de Ariznoa
La villa de Bergara nació en el siglo XIII en torno al lugar en el que se ubica la parroquia de San Pedro de Ariznoa.
La villa de Bergara nació en el siglo XIII en torno al lugar en el que se ubica la parroquia de San Pedro de Ariznoa.
El de los Gabiria fue uno de los principales linajes de Gipuzkoa.
Estas dos casas de Bidekurutzeta son buen ejemplo del estilo de construcción de las casas de villa que triunfó en el s. XVII y del que el casco histórico de Bergara conserva una buena representación. Mandadas edificar por prósperos mercaderes y comerciantes, presentan como elemento más característico su fachada principal, realizada enteramente en piedra sillar de buena calidad. Muestran, por norma general, planta baja, dos alturas e incluso ático y una composición sencilla que se articula mediante dos vanos por planta.
La torre es un palacio de volumetría rotunda en el que se combinan elementos constructivos de sabor tardomedieval, con otros decorativos netamente barrocos.
El palacio fue en origen una construcción recia y de posición estratégica, que ocupaba el final de manzana en el límite de la primitiva villa medieval. Consta por lo tanto de tres fachadas: la que mira a la calle Barrenkalea, la de la plaza San Martin y la trasera que da a Domingo Irala. Esta última es la que conserva los elementos propios de finales del siglo XV (aparejo gótico, ménsulas de piedra y ventana ojival).
Este edificio, que en su origen fue renombrado colegio de la Compañía de Jesús, pasó a convertirse en el Real Seminario de Bergara en el último cuarto del siglo XVIII.
El edificio del ayuntamiento es una elegante obra del arquitecto Lucas de Longa, de finales del siglo XVII.